Recientemente se ha publicado una Sentencia, muy interesante, sobre la calificación de un despido efectuado por una empresa por haber insultado el trabajador a un superior.
Los titulares de prensa me han sorprendido, pues casi todos ponen la mirada en la calificación del despido, en este caso, la improcedencia del mismo, es decir, que la empresa no debió de realizar el despido bien porque no había causa del mismo o por falta de culpabilidad del trabajador que infirió palabras mal sonantes a su jefe.
El caso es que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León de Valladolid, Sala de lo Social, Sentencia de 23 Julio 2021, señala que el trabajador insultó a su encargado tras recriminar éste la incorporación algo tardía al puesto de trabajo tras una pausa (en la Sentencia se puede leer las concretas palabras mal sonantes efectuadas:https://www.poderjudicial.es/search/AN/openDocument/d5112ba492d53538/20210908), y después de haber recibido el trabajador una fatal noticia para él, como es el fallecimiento de un familiar, lo cual incide en su estado de ánimo, obcecado por dicha situación y que se ha tenido en cuenta para eximirle de los insultos y de la agresión a su jefe y calificar el despido como improcedente.
En definitiva, y no haciendo caso a los titulares de prensa, insultar gravemente a un jefe/a o a un/a superior, a compañeros/as de trabajo, e incluso a los familiares convivientes de todos ellos, constituye una causa de despido disciplinario, contemplada en el propio Estatuto de los Trabajadores, concretamente en el artículo 54, pero el Tribunal sentenciador, haciendo una interpretación del requisito de culpa, estima que el estado de ánimo del trabajador tras recibir la noticia del fallecimiento de un ser querido elimina la culpabilidad necesaria pues han de valorarse todas las circunstancias concurrentes en el caso en concreto.
No nos creamos que insultar a un superior o a un/a jefe/a será una liberalidad, en absoluto; seguirá teniendo efectos, debiendo ser estudiado el caso concreto para ver sus posibles consecuencias.